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Obesidad Severa

Obesidad Severa en Mexico

Como la obesidad es una enfermedad crónica, sus síntomas se desarrollan gradualmente  a lo largo de los años. En sus etapas iníciales, la obesidad dificulta la marcha, produce dolor de rodillas, de espalda, cansancio y falta de aliento. Se reduce la capacidad para la realización de las labores de la vida diaria: caminar, subir escaleras, ponerse calcetines o medias, atarse los zapatos, problemas en el aseo personal, alcanzar objetos de estantes altos, dificultades en las relaciones sexuales… Si la obesidad severa persiste pueden aparecer enfermedades potencialmente mortales, como la diabetes tipo 2, la hipertensión, artrosis, ciertos tipos de cáncer, colesterol elevado apneas del sueño y mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares (infarto de miocardio y/o trombosis cerebral).

En esta etapa de obesidad severa, los objetivos de pérdida de peso difícilmente se alcanzan con las medidas habituales para perder kilos (alimentación, ejercicio, empleo de fármacos para la obesidad) ya que son menos efectivas cuanto mayor es el peso de la persona.

Una vez que la enfermedad se ha establecido, la única manera de tratar los síntomas actuales y prevenir la aparición de síntomas nuevos es conseguir una pérdida de peso mantenida a largo plazo.

Disminuir unos cuantos kilos puede ser beneficioso para mejorar muchas de las enfermedades asociadas a la obesidad (comorbilidades), pero en la obesidad severa, unos pocos kilos puede no ser suficiente y en cuanto se recupera parte o todo el peso perdida, las comorbilidades vuelven. La clave está en mantener el peso perdido a largo plazo, durante años.

Consecuencias de la obesidad

Riesgos para la salud
La obesidad es más que un problema estético: es un riesgo grave para la salud. Está vinculada a una gran variedad de enfermedades crónicas y, como diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas, hipertensión, algunos cánceres, apnea del sueño y dolor de espalda y articular. A medida que el IMC  aumenta, lo mismo hace el riesgo de desarrollar comorbilidades. Cuando la obesidad se convierte en severa (IMC ³ 35) estos problemas médicos se  manifiestan más precozmente.

Mortalidad
El riesgo de fallecer prematuramente por diversas enfermedades aumenta a medida que lo hace el IMC.

Además, cuanto mayor es la duración de la obesidad, mayor es el riesgo de muerte prematura.

Cada año, 320.000 personas fallecen en Europa por causas directamente relacionadas con la obesidad.

Hay un aumento de la tasa de mortalidad directamente relacionado con el aumento de peso: en personas cuyo peso está un 50% por encima del peso promedio, el riesgo de una muerte prematura se dobla en comparación con las personas no obesas.

Menor calidad de vida
Los efectos sociales, psicológicos y económicos son reales y pueden ser especialmente devastadores. La obesidad se asocia a una reducción de la calidad de vida: las funciones físicas, emocionales y sociales están todas deterioradas. Muchas personas obesas a menudo se enfrentan a prejuicios y discriminación, se deprimen, se ponen a la defensiva y no pueden llevar una vida plena.

Las personas obesas se enfrentan con problemas a diario, desde encontrar ropa que les vaya bien hasta hallar formas cómodas de viajar y alojarse.

Las personas obesas se enfrentan también al estigma social a la hora de buscar empleo y oportunidades educativas. Habitualmente, se las ve como menores cualificadas para los trabajos, con una peor ética laboral y con problemas emocionales e interpersonales.