Aplicaciones de la cirugía Laparoscópica
La cirugía laparoscópica es una técnica quirúrgica que se practica a través de pequeñas incisiones, usando la asistencia de una cámara de video que permite al equipo médico ver el campo quirúrgico dentro del paciente y accionar en el mismo. Se llama a estas técnicas mínimo-invasivas o de mínima invasión, ya que evitan los grandes cortes de bisturí requeridos por la cirugía abierta o convencional y posibilitan, por lo tanto, un periodo post-operatorio mucho más rápido y confortable.
La cirugía se realiza gracias a una video-cámara que se introduce en el cuerpo a través de una incisión. Esta cámara de pequeñísimo tamaño cuenta con una fuente de luz fría que ilumina el campo quirúrgico dentro del organismo.
El equipo laparoscópico en el quirófano cuenta con monitores de alta resolución donde el cirujano y su equipo pueden ver las imágenes producidas por la video-cámara en un tamaño mayor. Esta técnica de aumento de la imagen ha hecho que muchos confundan a la laparoscopía con la microcirugía, a la cual se recurre para realizar intervenciones en objetos de mínimo tamaño, como partes del sistema auditivo, nervios, arteriolas, que requieren de la asistencia de un microscopio para aumentar muchas veces el tamaño de la imagen.
También se la ha llamado erróneamente cirugía láser, pero esta confusión proviene del uso de un instrumento de cauterización que utiliza el láser en lugar del electrocauterio. La ventaja es que el láser no empaña el campo visual como la cauterización tradicional.
Sus aplicaciones son diversas y su campo de acción se amplía cada día por los beneficios que ya hemos mencionado. Puede ser utilizada en cirugía abdominal, articular, ginecológica, torácica, etc.
En el caso de la laparoscopía abdominal, por ejemplo, es necesario efectuar otras pequeñas incisiones por las que se introducen los finos instrumentos con los que el cirujano realizará la intervención. Ellos son los instrumentos que generalmente se usan en una intervención tradicional, como pinzas, tijeras, separadores, suturas, etc., pero presentan una mayor longitud y son sumamente finos para poder ser maniobrados con comodidad por orificios pequeños.
A veces se hace necesario insuflar la cavidad abdominal con gas (CO2) elevando la pared muscular y comprimiendo los órganos hacia el dorso. De esta manera se puede ver en el interior del abdomen, sin que los órganos obstruyan el campo de la videocámara.
Uno de sus usos más frecuentes es la colecistectomía, es decir, la operación por la cual se extirpa la vesícula biliar. Cerca del 85% de las colecistectomías se realizan hoy por vía laparoscópica. No puede usarse sin embargo en los casos en los que existen piedras (litiasis) en el interior de los conductos biliares, debiendo recurrirse a la cirugía tradicional o abierta.
Un porcentaje de los pacientes que sufren de esofagitis por reflujo y hernia hiatal deben someterse a cirugía. Una de las técnicas quirúrgicas más efectivas es la de Nissen, la cual se realiza también por el método laparoscópico.
La laparoscopía ha demostrado también ser sumamente útil para operaciones articulares, en especial de rodilla.
Una de las técnicas para control definitivo de la obesidad, que consiste en la colocación de una banda ajustable que comprime el estómago para reducir su capacidad, también es posible mediante la cirugía laparoscópica.
El campo de las técnicas mínimo invasivas es cada día más amplio, y se espera que sean cada vez más las intervenciones que se harán por vía laparoscópica u otras técnicas quirúrgicas alternativas, como la criocirugía y las técnicas láser, ya que lo que se busca es la reducción de los inconvenientes post-operatorios.